Hace bastante tiempo que no paso por aquí, pero es que junio es demasiado duro como para llevar al día las actualizaciones del blog.... En unos días seré libre por fin, será verano y podré disfrutar del sol, la playa, salir, tomar algo, disfrutando y sin estar más de 6 horas delante de los libros... pero de momento no queda otra que esperar, que seguir estudiando y rezar o simplemente desear que en los resultados de los exámenes se refleje lo que se ha trabajado, aunque siempre habrá alguna que se atraviese, esperemos que sean las menos posibles ;)
En fin, mirando por la ventana me doy cuenta del día que hace, del calor, del sol, y de que realmente el verano ya está aquí, hoy es 23 de junio, esta noche es San Juan, me encanta esta noche, todo lo que significa, la noche más mágica del año. Mucha gente me tomaría por "freaky" por decir estas cosas, probablemente sí lo sea, pero muchas leyendas cuentan cosas maravillosas de la noche de San Juan, y la verdad que me gustaría creer que es cierto que esta noche cosas que parecen imposibles se cumplen, cosas que deseamos de corazón puedan llegar a hacerse realidad gracias a esta noche.
Aquí os pongo la historia de la noche de San Juan, historia sacada del blog: http://regadas-unpocodetodo.blogspot.com al cual espero no le importe ponga en este blog los orígenes de la noche de San Juan.
En los antiguos mitos griegos a los solsticios se les llamaba "puertas" y, en parte, no les faltaba razón. La "puerta de los hombres", según estas creencias helénicas, correspondía al solsticio de verano (del 21 al 22 de junio) a diferencia de "la puerta de los dioses" del solsticio de invierno (del 21 al 22 de diciembre). Hay dos momentos del año en los que la distancia angular del Sol al ecuador celeste de la Tierra es máxima. Son los llamados solsticios. El de verano es el gran momento del curso solar y -a partir de ese punto- comienza a declinar. Antes de cristianizarse esta fiesta, los pueblos de Europa encendían hogueras en sus campos para ayudar al Sol en un acto simbólico con la finalidad de que "no perdiera fuerzas". En su consciencia interna sabían que el fuego destruye lo malo y lo dañino. Posteriormente, el hombre seguía destruyendo los hechizos con fuego. Ni que decir tiene que esta fiesta solsticial es muy anterior a la religión católica o mahometana. E incluso, dentro de las distintas prácticas religiosas, no se ha celebrado en la misma fecha.
Uno de los antecedentes que se puede buscar a esta festividad es la celebración celta del Beltaine, que se realizaba el primero de mayo. El nombre significaba "fuego de Bel" o "bello fuego" y era un festival anual en honor al dios Belenos. Durante el Beltaine se encendían hogueras que eran coronadas por los más arriesgados con largas pértigas. después los druidas hacían pasar el ganado entre las llamas para purificarlo y defenderlo contra las enfermedades. A la vez, rogaban a los dioses que el año fuera fructífero y no dudaban en sacrificar algún animal para que sus plegarias fueran mejor atendidas.
Otra de las raíces de tan singular noche hay que buscarla en las fiestas griegas dedicadas al dios Apolo, que se celebraban en el solsticio de verano encendiendo grandes hogueras de carácter purificador. Los romanos, por su parte, dedicaron a la diosa de la guerra Minerva unas fiestas con fuegos y tenían la costumbre de saltar tres veces sobre las llamas. Ya entonces se atribuían propiedades medicinales a la hierbas recogidas en aquellos días.
Es curioso que entre los bereberes de África del norte (Marruecos y Argelia) se enciendan el 24 de junio, durante la fiesta llamada ansara, hogueras que producen un denso humo considerado protector de los campos cultivados. A través del fuego se hacen pasar entonces los objetos y utensilios más importantes del hogar. Los bereberes las encienden en patios, caminos, campos y encrucijadas y queman plantas aromáticas. Prácticamente ahuman todo, incluso los huertos y las mieses. Saltan siete veces sobre las brasas, pasean las ramas encendidas por el interior de las casas y hasta las acercan a los enfermos para purificar e inmunizar el entorno de todos los males.
Muchos rituales mágicos se cuenta que tienen lugar en esta noche de junio, como encantos de brujas, conjuros y pociones diversas, todas las criaturas con algún tipo de "poder" se supone salen de su encierro para apoderarse de todo lo posible en la noche más corta del año.